Los implantes dentales son una solución eficaz para sustituir piezas dentales perdidas. Su alta tasa de éxito hace de este tratamiento uno de los más empleados actualmente en Odontología. Pero es importante saber que, como cualquier otro tratamiento médico, los implantes dentales deben cuidarse y supervisarse. Te contamos cuáles son los factores de riesgo que pueden afectar a tus implantes y cómo evitar complicaciones.

Los implantes dentales son un tratamiento odontológico fiable y seguro. Se calcula que en España se colocan más de 800.000 implantes dentales al año, lo que sitúa a nuestro país a la cabeza del ranking mundial, solo superado por Corea del Sur. Estas elevadas cifras respaldan a los implantes dentales como uno de los tratamientos odontológicos de mayor eficacia y éxito.

La honestidad del odontólogo responsable del tratamiento pasa por informar al paciente sobre aquellos factores que pueden incidir negativamente en el éxito del implante dental, y que en gran medida pueden depender del propio paciente (salud, hábitos, higiene oral…) Además de esto, es responsabilidad del profesional  llevar a cabo un completo estudio previo de la salud del paciente y de los tejidos que soportarán el implante (hueso y tejidos blandos) mediante pruebas radiográficas y una exploración específica, lo que servirá para determinar la idoneidad para el tratamiento.

Antes de iniciar el tratamiento implantológico será imprescindible el tratamiento previo de cualquier patología sistémica que pueda comprometer los implantes, como la caries o la  enfermedad periodontal.

«El nivel de complicación de los implantes dentales puede compararse con el de los dientes naturales», señala el Dr.  Humberto Arias, director de COI, «un buen cuidado y una adecuada higiene dental garantiza la conservación del tratamiento a largo plazo».  Los datos de la  Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) respaldan esta afirmación del Dr. Arias. Según la SEPA el porcentaje de complicaciones es inferior al 5%, y la mayor parte de ellas se resuelve con prevención o, en los casos más severos, con un tratamiento adecuado. Uno de los actuales retos de la Odontología consiste precisamente en identificar y detectar las causas que se encuentran detrás de las complicaciones postimplantológicas con el fin de prevenirlas y ofrecer soluciones clínicas efectivas.

Posibles complicaciones de los implantes dentales

De forma general, los fallos o fracasos en los tratamientos implantológicos se engloban en tres grandes grupos: biológicos, las mecánicos y estéticos.

Las complicaciones biológicas tienen que ver con el estado de los tejidos que rodean al implante: el hueso y la encía. Pueden deberse a infecciones tempranas, que afectan a entre un 1% y un 2% de los pacientes, según señala la SEPA. Estos problemas se diagnostican durante el primer mes tras la colocación del implante dental. La prevención, mediante medidas de higiene oral específicas y un tratamiento con antibióticos, permite reducir al mínimo este tipo de riesgos.

Dentro de  las complicaciones biológicas se encuentra la periimplantitis. Se trata de un proceso inflamatorio que afecta a los tejidos que rodean al implante dental y que puede llegar a provocar la pérdida del soporte óseo. Este  problema puede alcanzar solo a los tejidos blandos (mucositis periimplantaria) lo que no supone la pérdida de hueso. Su detección temprana es fundamental para evitar que llegue a afectar al hueso, provocando la periimplantitis (inflamación con pérdida ósea).

El tratamiento de la periinmplantitis es uno de los principales retos a los que se enfrenta la Odontología actual. La popularización de los implantes dentales en España ha provocado también un incremento de las complicaciones periimplantarias,  en la mayor parte de los casos debido a una incorrecta higiene oral, falta de cuidados del implante o a la ausencia de un seguimiento continuado por parte del odontólogo. La buena noticia es que si la periimplantitis se detecta a tiempo se puede tratar de forma adecuada y detener la pérdida de hueso, limitando la acción de la infección.

Por lo que se refiere a las complicaciones mecánicas, pueden presentarse en forma de desajustes o aflojamiento de tornillos y prótesis. Estas complicaciones no suelen ser graves, y se pueden prevenir fácilmente mediante el seguimiento continuado en la clínica.

Uno de los principales factores de riesgo que incide en las complicaciones mecánicas es el bruxismo. De ahí que a los pacientes con implantes dentales se recomiende el uso de una férula de descarga con el fin de reducir la presión mandibular durante el sueño.

Factores para el éxito del tratamiento con implantes dentales

Ningún tratamiento médico tiene garantizado su éxito al 100%. Y los implantes dentales no son una excepción.

La labor del implantólogo consiste en identificar y controlar los factores de riesgo que puedan presentarse a lo largo del tiempo.

Los estudios científicos señalan que lo habitual es que detrás de una complicación con los implantes dentales exista una multiplicidad de factores:  el estado de salud del paciente, mala higiene, tabaquismo, falta de seguimiento o no cumplir con las pautas e indicaciones del odontólogo en cuanto a cuidados o revisiones en la clínica dental.

El mantenimiento continuado es por tanto un  factor clave. El paciente con implantes dentales debe visitar a su dentista al menos una vez al año para realizar una profilaxis dental profesional, una exploración de la mucosas orales y pruebas radiográficas que permiten determinar la buena evolución del estado del hueso.

La persona que lleva implantes debe poner también su grano de arena para garantizar el éxito del implante dental. La clave se encuentra en una correcta higiene y en un cuidado específico. Para ello es fundamental una higiene dental habitual, el uso  de la seda dental, un cepillado específico utilizando cepillos especiales para implantes, que puede complementarse además con el uso de un irrigador dental.

La experiencia del odontólogo en la aplicación del tratamiento es también un factor que incide en el éxito del implante dental.  Y la supervisión por el mismo profesional.

Por último, el uso de implantes dentales de calidad, contrastados con estudios científicos, es otro factor clave para garantizar el éxito del tratamiento. En la actualidad se están desarrollando importantes esfuerzos en materia de investigación para lograr implantes dentales que consiguen osteointegrarse con mayor rapidez y seguridad, así como implantes anatómicamente más versátiles, más cortos, delgados y resistentes. Las nuevas tecnologías aplicadas a la implantología oral permiten también elaborar diagnósticos más precisos y facilitan el correcto posicionamiento de los implantes durante la cirugía. Todo ello reduce considerablemente los riesgos de fracaso del tratamiento con implantes dentales.

Los casos de fracaso de los tratamientos con implantes dentales son mínimos, por lo que este tipo de tratamientos es el más aconsejable para sustituir las piezas dentales perdidas por su seguridad y eficacia.

Fuente: Consejo General de Dentistas de España.