Cuidar la salud oral se hace más importante durante el embarazo. En este periodo la prevención y las revisiones periódicas evitan enfermedades orales que pueden tener una mayor incidencia debido a la aparición de náuseas, vómitos,  sequedad oral (xerostomía) o por los cambios hormonales.  El control de las enfermedades bucales permite reducir la transmisión de bacterias orales al recién nacido.


Muchas mujeres desconocen la importancia de realizar revisiones orales durante el embarazo, además, surgen muchas dudas sobre la visita al dentista, como las relacionadas con las pruebas radiográficas o el uso de la  anestesia. En este post vamos intentar aclarar cuáles son los motivos por los cuales es necesario cuidar de forma especial la salud oral a lo largo del embarazo y resolver aquellas dudas más comunes relativas a la seguridad de las pruebas y tratamientos odontológicos.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que durante el embarazo la mujer experimenta una serie de cambios hormonales en todo el cuerpo. Son frecuentes, por ejemplo, las náuseas y vómitos, que afectan a entre el 75 y el 80% de las mujeres embarazadas. Esta circunstancia hace aumentar la presencia de ácido en la boca, lo que incremente la posibilidad de erosión del esmalte dental. Además, la mujer embarazada puede sufrir cambios en la composición de la saliva, así como una reducción de su secreción (xerostomía) con la consiguiente sequedad bucal. Tanto los dientes como las mucosas orales (encías, lengua, etc.) son sensibles a estos cambios, por lo que cuando la mujer conoce su nuevo estado debe acudir al dentista para que le indique los cuidados orales que debe practicar, las alteraciones que puede experimentar y cómo actuar en cada caso.

Gingivitis del embarazo.

La gingivitis del embarazo es la alteración bucodental más frecuente durante la gestación. Según estudio, se produce entre el 60 y el 75% de las mujeres, y normalmente entre el tercer y octavo mes de embarazo. Después del parto suele remitir. La gingivitis del embarazo está asociada a la liberación de sustancias oxitócicas que actúan en la maduración cervical destinada a facilitar el parto. Para tranquilidad de las embarazadas, debes saber que los estudios clínicos indican que no existe relación entre la enfermedad periodontal y las complicaciones durante el embarazo, y que los tratamientos odontológicos son efectivos para reducir esta sintomatología.

Además de la gingivitis, la encía puede sufrir una tumoración benigna llamada “tumor el embarazo“, normalmente debido a la falta de higiene oral. También suele remitir tras el parto.

Transmisión de bacterias al bebé.

La madre es la principal transmisora de caries al bebé. Estudios de genética bacteriana que demuestran la asociación de los genotipos bacterianos entre madres e hijos en más del 70% de los casos. Esta transmisión puede producirse por malos hábitos como probar la comida con la misma cuchara, chupar el biberón o el chupete. Por este motivo es importante el control de las caries dental de la madre, no solo mediante la restauración de las piezas afectadas, sino también reduciendo la presencia de bacterias a través de terapias antisépticas o el tratamiento con fluoruro. Hay que recordar, eso sí, que la lactancia materna no favorece la aparición de caries en el niño, sino que el principal motivo es la mala higiene o los hábitos inadecuados.

La visita al dentista.

Muchas mujeres embarazadas pueden tener dudas sobre si acudir o no al dentista por miedo a cómo pueda afectar el tratamiento odontológico al futuro bebé. Vamos a tratar de despejar algunas dudas y mitos sobre este asunto.

  • La colocación en el sillón del dentista es segura para la embarazada. Unicamente, durante el tercer mes de embarazo, si la embarazada se encuentra tumbada boca arriba puede producirse una compresión de la vena cava inferior, originando un síndrome hipotensivo en decúbico supino. Puede evitarse colocando un cojín en una de las caderas, de esta forma se desplaza el útero y se previene este síndrome postural.
  • En caso de sufrir aspiración gástrica, la posición semisentada reduce el riesgo.
  • La pruebas radiológicas se consideran seguras durante el embarazo. Estas requieren de una exposición muy baja por lo que no es peligroso para el feto. El dentista tomará una serie de medidas especiales, protegiendo  adecuadamente el cuello y el abdomen de la mujer con un collarín y delantal especiales. Además, pueden emplearse radiografías digitales que requieren de una menor radiación.
  • La anestesia local que emplean los dentista puede seguir usándose durante el embarazo.
  • Lo mismo sucede con la mayoría de los fármacos odontológicos. En caso de alguna duda, la paciente siempre puede consultar con su ginecólogo o médico de cabecera.

Fuente: Dr. Juan Carlos Llodra Calvo. Profesor de Odontología Preventiva y Comunitaria de la Universidad de Granada. “Salud oral y embarazo. Una guía práctica”. Consejo de Dentistas.